La mayor alegría de un desarrollador de juegos es ver a los jugadores disfrutar su creación y platicar con ellos. Tuvimos la maravillosa oportunidad de ver la reacción de muchos jugadores durante las presentaciones y viajes a ferias y eventos de juegos para el prelanzamiento de My Memory of Us, que ya está disponible en Tu Tienda Microsoft (Argentina, Chile, Colombia y México). En un principio estábamos nerviosos por lo que fueran a pensar.
Hicimos nuestro mejor esfuerzo para asegurarnos de que este juego de aventuras estelarizado por dos pequeños niños, se inspirara en eventos transcurridos durante la ocupación de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial, mostrándolos con un profundo respeto hacia las víctimas y sus familias. Al crear un juego inspirado en los eventos del Holocausto sabíamos que nos enfrentaríamos a un gran reto, ya que tocaríamos fibras muy sensibles.
Hay un sinfín de cosas que podrían salir mal. Por esta razón nos hacíamos preguntas como: “¿Será buena idea crear un juego de aventuras sobre dos niños que se juntan para intercambiar habilidades?”, “¿Resultaría ofensivo hacer una versión de cuentos de hadas de una historia tan sombría?”, “¿Los jugadores serán capaces de descubrir por sí mismos en qué periodo de la historia está basado el juego?”.
Las reacciones de los jugadores, así como sus opiniones fueron clave para nosotros. No recibimos quejas y los jugadores no pararon de sorprendernos todo el tiempo. Nos dimos cuenta de que juntar a dos personajes y hacer que se tomaran de las manos era algo realmente divertido y enternecedor. En algunas ocasiones los jugadores se reían de las animaciones —inclusive en partes en las que esa no era nuestra intención. Algunos intentaron terminar el juego sin separar ni un momento a los personajes, avanzando discretamente cuando la pareja era guiada por el niño o corriendo rápidamente cuando la niña era el personaje principal. Otros jugaron con ambos personajes por separado todo el tiempo, ayudándose mutuamente de diferentes formas.
También hubo momentos muy emotivos, pues los jugadores reaccionaron intensamente frente a los eventos del juego: disfrutaron las alegrías de los personajes y también compartieron sus penas. Es verdaderamente sorprendente ver que se forman grupitos de personas frente a una consola, para comentar entre ellos sus sentimientos y lo que sucede en la pantalla. Los jugadores no fueron los únicos que se conmovieron. Ver a un niño sentado en el regazo de sus padres mientras ambos juegan nuestro sombrío cuento de hadas inspirado en los terribles eventos del Holocausto, nos puso la piel de gallina. Escuchar preguntas como: “¿Quiénes son esos robots malos?”, “¿Por qué no les gustan los personajes con distintivos rojos?”, “¿Por qué tengo que correr?”. Algunos padres dieron respuestas extremadamente sabias y enternecedoras, pero estoy seguro de que se vieron en aprietos pensando cómo responderlas.
Siento una profunda admiración por los jugadores que intentaron infatigablemente completar una etapa difícil del juego para poder experimentar la siguiente parte de la historia. Vi personas a las que les costó trabajo superar las partes difíciles del juego, pero siguieron intentándolo hasta que finalmente lo lograron. También vi a personas a las que se les dificultaron los acertijos de lógica, pero hicieron un heroico intento por resolverlos sin ayuda del desarrollador. Y en momentos como ese cuando te preguntas si diseñaste correctamente una parte o un acertijo. Sin embargo, no se trata del nivel de dificultad. Incluso en los momentos difíciles, los jugadores no fueron rencorosos con los desarrolladores. Aprovecharon la oportunidad y pasaron más tiempo jugando para averiguar lo que sucedería después. Un gran momento de diversión surgió de las llamadas “manos expertas”, quienes en un principio afirmaron que el juego se veía bastante simple y fueron repentinamente derrotados por un enjambre de drones que perseguía a los dos niños en una secuencia en donde se mostraba una escena de escape en motocicleta.
Sin embargo, la mejor parte del juego fue escuchar la conversación y las preguntas inesperadas que surgían. De hecho, era difícil creer cuán diversas eran las interpretaciones de las personas respecto al juego. Algunos de ellos inmediatamente relacionaron nuestra alegoría con los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación de Polonia y preguntaron cosas tan intrigantes como si la niña del traje rojo estaba relacionada con la Lista de Schindler. Algunos incluso relacionaron el juego con la realidad comunista de la era de la Guerra Fría y otros encontraron referencias a algunos eventos actuales publicados por los periódicos. Realmente disfrutamos las diferentes reacciones de la gente. ¡Y estamos ansiosos por saber tu opinión acerca del juego!
Los jugadores siempre están llenos de sorpresas. Consíguelo en Tu Tienda Microsoft (Argentina, Chile, Colombia y México) y descubre lo que te depara en My Memory of Us en Xbox One.