A diferencia de los otros juegos de la saga, Assassin’s Creed Origins te obligará a utilizar todas las herramientas y tácticas que tengas disponibles mientras vas en la búsqueda de la sociedad secreta conocida como La Orden de los Antiguos. Esto fue algo de lo que nos dimos cuenta mientras jugábamos el último demo, ambientado en la meseta de Giza y en el Delta del Nilo (hermosos ambos en Xbox One X; las magníficas vistas e intrincada arquitectura diseñada con gran detalle eran realmente hipnóticas en 4K). Teníamos la tarea de liberar a un anciano llamado Ghupa, quien había sido secuestrado por un grupo de guardias que lo enjaularon en medio de su campamento a la cima de un cerro. No suena tan difícil, ¿o sí?
Las cosas se complicaron y nos dimos cuenta de que Bayek no estaba preparado para esta tarea, pues todos los guardias tenían un nivel muy superior y podían matarlo fácilmente. No obstante, nos abrimos paso por el campo y volvimos a atacar, sólo para caer fulminados en instantes. En nuestro segundo intento nos encaramamos en un lugar cercano y utilizamos la habilidad mejorada del Arco Depredador para disparar flechas teledirigidas directo a la cabeza de los guardias, pero no fueron suficientes. Nos deslizamos dentro del campamento y abrimos las jaulas de los leones, pero en lugar de atacar a los guardias nos atacaron a nosotros. Incluso tratamos de acercarnos furtivamente y matar a los guardias con sigilo, pero dado que no habíamos recolectado suficientes recursos para mejorar la Espada Oculta de Bayek –el icónico sable retráctil que lleva consigo durante toda la aventura–, apenas pudimos herir a un guardia antes de que el resto se abalanzara sobre nosotros.
Todos nuestros intentos fallidos tuvieron lugar a plena luz del día, así que cambiamos de estrategia: hicimos que Bayek esperara hasta el anochecer. Con la mitad de los guardias dormidos y la visibilidad reducida por la oscuridad, nos acercamos sigilosamente, les lanzamos dardos tranquilizantes a los vigías y nos escabullimos con el anciano antes de que se despertaran. El juego no indicaba de ninguna manera que se requiriera de una estrategia de infiltración para completar la misión, así que nuestro éxito se sintió excelente. Assassin’s Creed Origins está lleno de estos pequeños momentos en los que contarás con diversas herramientas y un montón de objetivos para abrirte paso por tu propio camino a la victoria.
Si eres lo suficientemente fuerte, puedes desenfundar tu arma y enfrentarte a cualquier cantidad de bandidos, soldados o hipopótamos embravecidos. Assassin’s Creed Origins te ofrece muchas opciones de combate cuerpo a cuerpo contra distintos enemigos, cada uno de los cuales te obliga a usar tácticas diferentes. Blandir una lanza frente a una multitud de enemigos puede ahuyentarlos y ayudarte a ganar distancia; en cambio, el rápido golpe de un robusto cetro te servirá para dañar a tus enemigos antes de que puedan reaccionar.
No tendrás que rehuir de la misión principal y embarcarte en aventuras secundarias sólo porque no eres lo suficientemente fuerte. Por lo general, habrá varias alternativas para completar las misiones, a menos que tengas como objetivo eliminar a todos tus enemigos. Ya sea moviéndote furtivamente en la oscuridad o disparándole flechas a los bandidos desde un lugar seguro, podrás conseguir lo que necesitas y ganar un montón de experiencia en el proceso.
Esta amplia gama de posibilidades también está presente en el diseño del juego y la estructura de sus misiones, muchas de las cuales aparecerán mientras exploras el mundo abierto. Cualquier cosa que parezca fuera de lo común, como una mujer tocando una puerta cerrada, un granjero sentado al lado de una carreta descompuesta, puede ser la señal de que alguien necesita ayuda, y estas tareas pueden resultar sorprendentemente envolventes. Por ejemplo, mientras deambulábamos por el campo nos topamos con una pareja que estaba llorando a un lado del camino. Nos suplicaron que nos metiéramos a una zona infestado de hipopótamos para recuperar los cuerpos de varios trabajadores que fueron asesinados por las bestias luego de que un grupo de bandidos las alebrestaran. Al no encontrar el cuerpo de su protector, Meketre, nos encaminamos a la guarida de los bandidos y lo hallamos encadenado en el cañón donde se escondían. Tras deshacernos de todos los bandidos y arrojar drásticamente a su líder de un barranco (usando la habilidad Atacar y Empujar, en la que Bayek hacer un combo de un ataque ligero con una embestida), nos enteramos de que algunos de los bandidos se dirigían a la aldea de Meketre. Los seguimos a caballo hacia el hogar del anciano y nos unimos a la batalla que libraban los campesinos contra los bandidos, tras la cual destruimos la estatua del faraón Ptolomeo para que vieran qué opinábamos sobre él.
Lo mejor de la sesión ocurrió cuando la historia nos condujo a cabalgar por el desierto y explorar Letópolis, una ciudad perdida que estaban desenterrando de las dunas como parte de un gran proyecto público. Taharqa, un poderoso líder de la región a la cabeza de la excavación (y nuero de Ghupa), tenía la clave para encontrar a Scarab, el infame miembro de la prominente Orden de los Antiguos, que no sólo empobreció a los locales con sus impuestos, sino que dejaba personas enterradas hasta el cuello para que murieran en el desierto.
Nuestro encuentro con Taharq fue interrumpido cuando los bandidos atacaron la ciudad y nos obligaron a salir a las calles para pelear al lado de nuestro nuevo amigo y sus hombres mientras una feroz tormenta de arena barría las ciudades. Tras este dramático clímax, contraatacamos a los bandidos en su escondite dentro de una caverna húmeda. El ataque duró muy poco, ya que nos escabullimos por una apertura en el techo y nos lanzamos sobre el capitán de los bandidos, acuchillándolo con el sable retráctil de Bayek. Aún con un montón de armas y estrategias, a veces los métodos tradicionales son los más satisfactorios. Podrás explorar y experimentar todos los trucos de Bayek a partir del 27 de octubre, con el lanzamiento de Assassin’s Creed Origins para Xbox One, que tendrá muchas mejoras en Xbox One X, que saldrá a la venta el 7 de noviembre