Xbox One X: Qué se Necesita para Crear una Consola

Crema de maní y mermelada. Shaq y Kobe. Master Chief y Cortana. Si hemos aprendido algo en nuestra corta estancia en este planeta es que la colaboración es la fuerza que impulsa toda creación (y todo buen sándwich).

Recientemente hablamos con Bryan Sparks, Diseñador Principal del Equipo de Diseño de Dispositivos de Microsoft, y Leonardo del Castillo, Director General de Desarrollo de Consola de Dispositivos de Xbox, sobre el proceso de colaboración creativa detrás de la consola de videojuegos más poderosa del mundo: Xbox One X.

Escuchar esta historia directamente de ellos fue algo fascinante. Los equipos de ingeniería y diseño trabajaron en el desarrollo de Xbox One X con un objetivo claro y específico desde el inicio: lograr una experiencia de juego en 4K dentro de un pequeño diseño. Ambos se comprometieron a trabajar en equipo para hacer este sueño realidad sin apartarse de su visión, y el resultado es extraordinario.

Poner en Marcha el Proceso

Podrás imaginarte que, al momento de sentarse para comenzar a crear la consola de videojuegos más poderosa del mundo, los equipos de ingenieros y diseñadores se enfrentaron a muchas interrogantes: ¿Cómo haces que los sistemas funcionen en sintonía? ¿Cómo podemos compactarlo? ¿Cuál es la expresión de Xbox One X? ¿Cómo hacer que su apariencia cuente una historia?

Si bien el equipo quería abordar estas excelentes preguntas desde el inicio, todos estuvieron de acuerdo en que lo más importante era determinar en qué consistiría la “Verdadera experiencia de juego en 4K”, y esto sería lo que determinaría la arquitectura del sistema.

El Motor Scorpio fue diseñado para ser el sistema en chip más poderoso jamás creado para una consola de videojuegos, y todo esto fue desarrollado para ser compatible con Xbox One (y Xbox One S). Para hacer esto posible, resultaba claro que casi todos los componentes alojados en el sistema tendrían que ser fabricados a la medida. Esto brindó mucha libertad al equipo para diseñar un sistema en función de elementos como unidades ópticas, discos duros y componentes de memoria.

“Si comienzas con un montón de partes, ¿cómo transformas eso en un producto?”, explica Del Castillo. “Necesitábamos trazar un sentido y recibir direcciones de planificación para orientar la arquitectura hacia cómo deberá lucir la tarjeta madre o cómo lucirá el chasis. Y para todo eso contamos con el apoyo del equipo de diseño”.

Diseñando un Sistema

“Cada que comienzas un nuevo proyecto de diseño, tienes un lienzo en blanco y comienzas a llenarlo de ideas y limitaciones”, comenta Sparks. “Al final, te das cuenta de que todo comienza a tomar forma durante el proceso”.

Al diseñar el sistema, el equipo sabía que todas estas piezas debían integrarse en una misma unidad. Sabían que pasaría a formar parte de la creciente familia de dispositivos de Xbox One y querían tomar en cuenta la retroalimentación recibida sobre el diseño de Xbox One S, que la comunidad tanto ama.

“La otra parte de nuestra visión es lo que este producto encarnaría”, continúa Sparks. “Imaginamos este monolito (“2001: Odisea en el Espacio”). Cada que aparece en la película, es una señal para el público de una nueva etapa de progreso. Así que, conservamos eso como un objetivo de diseño: Xbox One X es la siguiente etapa de progreso”.

“No queríamos que Xbox One X fuera más grande que Xbox One S, lo cual representaba una enorme tarea pues estábamos introduciendo 40 % más de poder (más que cualquier otra consola). En este momento supimos que debíamos trabajar con Leo y los ingenieros para hacerlo posible”.

Acomodar las Piezas

Mientras los ingenieros continuaban analizando la propuesta general del diseño –el cual se logró gracias a una gran colaboración entre los dos equipos– se comenzó a dar forma a los componentes como la tarjeta madre y a calcular la ruta de la memoria hacia el sistema. La iteración sugería que lo más práctico era colocar la tarjeta madre en el “techo” de la consola, y colocar la unidad óptica encima del disco duro para crear la altura de apilado ideal para el sistema.

El otro beneficio de colocar la tarjeta madre en el techo, es que no hay necesidad de ventilar la parte superior de la consola, lo que ayudaría a mantener la forma orgánica y monolítica que el equipo de diseño deseaba.

Otro de nuestros objetivos era asegurar que el suministro eléctrico se mantuviera en el interior, como sucedió con el Xbox One S. No es mucho más grande, pero será 40 % más poderoso que cualquier otra consola. Para dar seguimiento a este diseño eficiente (acomodar todas estas piezas en un diseño pequeño) se colocó el suministro eléctrico justo detrás de la unidad óptica. Esto permitió mantener todos los puertos en la parte trasera del sistema en una distribución casi idéntica a la de Xbox One S, para que la transición a Xbox One X tuviera un proceso de instalación lo más simple y familiar posible.

Mantenerla Fría

Con tantos componentes y con un sistema más poderoso que el de Xbox One S, seguramente habrá mucho calor moviéndose a través del chasis que necesita una salida. Esto se abordó al inicio, cuando se colocó un disipador de calor como base, junto a un radiador; y después, cuando se integró un ventilador sobre éstos. El problema con esta solución es que añadió más peso al sistema.

“Tratar de adaptar todo este poder al Motor Scorpio, habría tornado imposible conseguir el tamaño deseado”, dice Leo. “Tuvimos que proponer soluciones creativas y buscar otro tipo de tecnología que pudiéramos utilizar. Es así como creamos un disipador de calor con cámara de vapor, como la que se encuentra en PCs y tarjetas de gráficos de gama alta, y creemos que es la primera vez que se utiliza en un aparato electrónico de consumo”.

El disipador de calor con cámara de vapor es fascinante. Es hueco, está lleno de agua y cuenta con un vacío que aprovecha el agua para trasladar el calor a las aletas del radiador y, por consiguiente, hacia el aire. Parecía que el equipo de Leo había resuelto cómo mantener una temperatura más baja de lo normal, pero todavía faltaba lograr que este aire saliera del sistema.

Esto dio como resultado el montaje de un ventilador centrífugo hecho a la medida con ductos y propulsores fabricados especialmente para el Xbox One X. Esto ayuda a mover el aire fuera del sistema y mantener todos los componentes fríos, incluyendo al suministro eléctrico. De hecho, el equipo construyó el montaje de este ventilador en un espacio virtual, y puso a prueba modelos empíricos para continuar refinando su diseño, lo cual ayudó a identificar cualquier “punto caliente” en los componentes de la consola antes de colocar el silicón necesario para crear la carcasa del ventilador.

El equipo encontró una solución para sacar el aire del sistema; pero ¿cómo lograrían que circulara aire dentro del Xbox One X?

“Es aquí donde interviene la ingeniería concurrente”, explica Sparks. “Trabajamos yendo de un lado a otro entre las realidades funcionales del proceso de ingeniería y las intenciones que se tenían con el diseño, y es aquí donde comenzamos a confrontarnos”.

Una parte de este proceso consistió en determinar cuáles componentes tendrían prioridad para recibir acceso a la corriente de aire primero. Para esto, tuvimos que regresar al diseño del Xbox One S, con sus pequeños orificios en la parte lateral que permiten la entrada de aire. Pero el equipo de diseño quería determinar cómo mejorar el aspecto del patrón de orificios de ventilación de Xbox One S.

“Llegamos a un punto en el que debíamos tomar el patrón de ventilación utilizado en el Xbox One S y miniaturizarlo lo más posible, llevándolo al límite de lo que era fabricable. Ésta no era una tarea fácil y, una vez más, tuvimos que proponer soluciones innovadoras”, asegura Sparks.

Para lograrlo, el equipo de ingeniería se dio cuenta que deberían crear una nueva herramienta para resolver el creciente número de interrogantes que el equipo de diseño se planteaba: una carcasa de una sola pieza de 5 lados con una cubierta superior, un diseño sin corriente de aire, miles de pequeños orificios para crear el patrón de perforación y paredes super delgadas.

“¡Pero lo logramos! Creamos la herramienta de moldeo por inyección más innovadora y compleja que jamás hayamos hecho”, declara Sparks. “Hicimos todo esto para brindarle la apariencia exterior de esta consola el mismo nivel de precisión del trabajo que dedicamos al interior”.

Armar el Rompecabezas

Todas las piezas del Xbox One X están sobre la mesa, y es difícil imaginar cómo podremos acomodar todo esto en el pequeño diseño de Xbox One X. Leo toma cada pieza y, una por una, comienza a ensamblarlas todas, como un rompecabezas. No deja de hablar y explicar lo lógica detrás de los componentes para un diseño ajustado pero que encaja a la perfección. Incluso al momento de colocar el disco duro dentro de la unidad, Leo se toma el tiempo de explicar cómo un componente tan básico también recibió atención especial.

“Los componentes mecánicos del disco duro son normales”, explica Leo. “Trabajamos con nuestros fabricantes para optimizar el desempeño del firmware específicamente para nuestro producto. Para conservar este desempeño, debíamos tener mucho cuidado a la hora de instalarlo”.

Para resolver esto, el equipo creo una montura especial que amortiguará las vibraciones del disco duro a través del chasis, pues demasiada vibración comprometería el desempeño del disco duro. Especialmente debido a que la unidad óptica y el disco duro estarían colocados uno encima del otro dentro del sistema.

Leo toma el montaje del ventilador y lo coloca con precisión sobre el disipador de calor con cámara de vapor; el suministro eléctrico se acomoda sobre la tarjeta madre y los ductos de la instalación se acomodan en su lugar con naturalidad.

“Cada uno de los componentes y su ubicación son de suma importancia”, explica Leo. “Si los orificios o los componentes se mueven un solo milímetro, pueden interferir con otros productos. Así que, es necesario que los ingenieros trabajen en el diseño de forma conjunta. El montaje no es tan sencillo, no se trata sólo de decir: primero diseñamos la tarjeta madre, después diseñamos el chasis que la cubrirá. Si lo hiciéramos de esa manera, terminaríamos con un producto sub-óptimo”.

Los Toques Finales

“Para Xbox One S, creamos un nuevo color llamado Robot White (blanco robot), que nos ayudó a representar lo que queríamos lograr con Xbox One S, es decir, una consola atrevida y accesible”, explica Sparks. “En el caso de Xbox One X, teníamos un objetivo distinto. Queríamos un color que representara el poder contenido dentro de la consola”.

Resulta interesante que, después de haber trabajado en varias combinaciones de colores para el diseño, Sparks y su equipo retomaron el negro, específicamente el Infinite Black (Negro Infinito), y llegaron a la conclusión de que un negro profundo, intenso y neutral sería el que mejor funcionaba con el diseño simple de Xbox One X.

Sin embargo, el diseño de Xbox One X está resguardado por dos carcasas, y para no perder este sutil detalle, Sparks y su equipo opinaron que el diseño de la carcasa se podría perder si se utilizaba un solo color.

“Lo que hicimos fue crear una fina textura en la parte superior de la carcasa, que da la impresión de haber sido pintada, mientras que en la parte inferior colocamos una textura más fuerte. “El resultado final tiene un acabado mate”, dice Sparks.

Este efecto resulta evidente al ver la consola bajo distintas tonalidades de luz. Te das cuenta de cómo la luz se mueve elegantemente por todo el sistema, brindando distintos reflejos para atraer la atención hacia la parte superior e inferior de la carcasa del sistema. También nos inspiramos en el control inalámbrico Xbox Elite, incorporando los agarres texturizados en la base de la unidad.

Para agregar un toque final, mostramos Xbox One en su forma vertical, remontándonos al objetivo de diseño original del monolito, para dejar claro que se trata del siguiente gran momento en la historia de Xbox.

“Todos estos detalles, todo este trabajo y toda esta sofisticación nos conducen hacia la creación de lo que en mi opinión es la mejor consola que hayamos hecho”, dice Sparks. “No la creamos para nosotros, sino para los gamers. Ellos son quienes salen ganando, y ganan la mejor consola que pudimos haber creado”.

Nota del Editor: Actualizamos el artículo para aclarar los comentarios sobre el poder de Xbox One X. En específico, que es 40% más poderosa que cualquier otra consola. Si quieres obtener más información sobre Xbox One X da clic aquí.